miércoles, mayo 30, 2007

PASTELITOS DE LIMÓN Y SEMILLAS DE AMAPOLA





Ingredientes:

180 g de harina
Una cucharadita de levadura química
3 huevos
170 g de azúcar
50 g de aceite de sabor suave
1 yogur de 125 g
2 limones de los que sacamos el zumo y las ralladuras
2 cucharadas soperas de semillas de amapola (*)
Una pizca de sal


Se procede como con los muffins, es decir, en un bol se ponen los ingredientes secos y se mezclan concienzudamente, y en el otro bol se ponen los ingredientes húmedos, batiéndolos hasta mezclarlos completamente.

Sobre el bol que contiene los líquidos vamos añadiendo la mezcla sólida, y con una cuchara vamos mezclando, sin batir, hasta que humedezcamos toda la masa. No hay que homogeneizar, ni batir ni mezclar excesivamente, eso haría que nuestros pastelitos fueran duros y correosos, que no nos interesa de ninguna forma.

Los ponemos en moldes adecuados, de los que dispongamos, en este caso yo he usado los moldes de financiers, y con masa que me ha sobrado, he medio llenado un molde de cake.

Se pone en horno precalentado a 180º y se mentiene hasta que se cueza completamente y la superficie se dore. En mi caso, el tiempo ha sido de 25 minutos.

(*) Las semillas de amapola se pueden poner crudas o tostadas previamente. Un tostado ligero aumenta y potencia su perfume y sabor a nueces.
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Sabor a limón potente, y las semillitas, deliciosas, salvo que existan caries en los dientes.

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martes, mayo 29, 2007

HABAS TONKAS


Aqui os pongo unas fotos de mis habas tonkas, mi última adquisición en Herbosa, mis maravillosos proveedores de maravillas, venden todo lo imaginable en plantas, hiercas aromáticas, especias... en fin, la locura.
Son de un color negro brillante, duras, al corte, como de cera muy dura y de un olor intenso, profundo, muy conocido, familiar... olido mil veces en perfumes secos, de hombre...

Y ahora, a pensar en las deliciosas recetas que voy a preparar con mi especia nueva y desconocida, al fin voy a poder saborear las recetas que he leido de chocolate con haba tonka...
¡¡¡¡ Estoy encantada!!!!





HABA TONKA (Dipterys odorata)

Cultivado por sus semillas, este árbol es muy frecuente en Venezuela y en la Guayana, de donde son originales, aunque ahora hay grandes plantaciones en Nigeria. Las flores de color violeta purpúreo florecen en racimos y sus carnosos frutos contienen un hueso. En su interior hay una semilla oblonga de color oscuro de unos 3 ó 4 centímetros de largo, conocida como haba tonka. Es de esta semilla de donde se obtiene un aceite de color amarillo anaranjado rico en “coumarina” muy utilizado en la aromatización del tabaco. Su perfume característico justifica su utilización en perfumería, pero sus propiedades diuréticas y desinfiltrantes le permiten figurar en un lugar privilegiado entre los componentes de ciertos productos remodelantes y anticeluliticos.

Se ha usado durante largo tiempo para aromatizar el tabaco para cigarrillos, para las mezclas de pipa y para el rapé, o tabaco que se esnifa. Ahora ha caido esta costumbre de perfumar así el tabaco, salvo en Indonesia, donde los cigarrillos aromatizados son muy populares.

Su uso en perfumería está muy extendido, sobre todo en la perfumería masculina por sus notas especiadas, a tabaco y a madera.

En cocina, usado como especia, combina muy bien con la vainilla, canela y azafrán. Se suele usar también como sustituto de las almendras amargas, cuya comercialización está prohibida en muchos paises.

lunes, mayo 14, 2007

MERMELADA DE CALABACÍN Y JENGIBRE, de GranCanaria




MERMELADA DE CALABACÍN Y JENGIBRE, de GranCanaria

Esta es una receta fantástica, como toda las suyas de mi maestra y amiga GranCanaria, que ha sido un gran éxito en el Cafetito, mi foro habitual de cocina

Para hacer esta original y estupenda receta necesitamos calabacines, yo he usado unos calabacines verdes muy grandes, y por lo tanto, tenían un poco de pipa en su interior, que he quitado. También he usado jengibre fresco, en lugar del jengibre en polvo de la receta ya que personalmente prefiero el picantillo un poco punzante del jengibre en la mermelada, le dá un toque que me encanta. Y como en toda mermelada, he usado azúcar, en este caso integral de caña, y zumo de limón. En esta mermelada también he utilizado pectina de manzana, con el fin de dar una ligazón al almibar que nos queda en la mermelada.

Can la ayuda de un robot de cocina he rallado los calabacines, y los he puesto en la marmita con el azúcar, unas 12 horas, o toda la noche. Este proceso nos deshidrata un poco los calabacines, y hace que no se nos deshagan en puré con la cocción, y que guarden una cierta textura dura. El peso de partida fué de 4 kg de calabacines, que sufrieron mengua al quitarles la tripa. y de azúcar he usado un paquete de kilo y una taza adicional de azúcar, en la que puse la pectina. La cantidad de jengibre fué de 100 gramos brutos, que perdió un poco al pelarlo. Hay bastante jengibre y se nota un poco en la boca, al final de su consumo, por lo que no creo que sea una mermelada para niños pequeños, aunque...¿Quien lo sabe...?. Ah!!!!! Olvidaba el zumo de un limón hermoso, del que también puse la ralladura de su piel.

Una vez concluido el proceso de maceración, la marmita va al fuego, lento, y dando vueltas, ya que al principio espuma bastante, y si no estamos en ello, se "escapa" todo de la cazuela, así que hay que eliminar la espuma para que el proceso de cocción de la mermelada no nos de la lata.

Cuando ya está bien espumado y limpio, se puede dejar en cocción lenta una hora por lo menos, sin tapar con el fin de permitir la evaporación de una buena parte del líquido y dando una vuelta de vez en cuando, para comprobar que todo vaya estupendamente y que no se nos está pegando la cazuela. Al cabo de este tiempo, aproximadamente, añadir el zumo del limón y el jengibre bien picado y seguir hirviendo otra media hora.

Pasado este tiempo, y habiendose producido una evaporación ya bastante apreciable, y comprobando que la mermelada ya está en su punto, añadimos la pectina. He puesto entre 25 y 30 gramos, no pretendo que quede firme, sino un poco "ligada", con esa cantidad hay suficiente. La pectina se mezcla de forma íntima en una taza de azúcar, mezclándolo a conciencia. Si no lo hacemos así y por ahorrar el trabajo ponemos la pectina directamente sobre la mermelada obtendremos una pelota de pectina que no podremos deshacer de ninguna de las formas, así que ese proceso es insoslayable. Mezclamos el azucar - pectina bien en la mermelada, mantenemos unos 5 - 10 minutos en ebullición y retiramos la martita del fuego.

Si la mermelada es para consumirla en el próximo mes, la guardamos en la nevera sin necesidad de esterilizarla, pero si al menos una parte queremos que nos dure mas tiempo, hay que embotarla y esterilizarla como de costumbre.

No hay que engañarse por el hecho de que sea una mermelada de una hortaliza y no de una fruta... está buenísima. Espero que os guste.






Jengibre troceado pequeño, lo he hecho en la picadora





Calabacín rallado, pero no demasiado pequeño





Añadida el azúcar



Aqui se ve bien que, aunque el azúcar aún no está mezclada con los calabacines, ya ha comenzado a cederle su agua, y el azúcar comienza a humedecerse





Después del tiempo de maceración, el azúcar se ha disuelto completamente, y hay una gran cantidad de líquido en la marmita





Mermelada absolutamente deliciosa, lista para ponerla en donde más nos guste.

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sábado, mayo 12, 2007

MERMELADA DE FRESAS Y PLÁTANOS CON CARDAMOMO


Esta mermelada es deliciosa, y bastante original, los dos sabores de frutas tan diferentes casan de maravilla, al menos, a mi me ha gustado mucho, y además, con el aditamento del cardamomo ya es casi perfecta.

He usado 2 kg de fresas, no de fresones, sino de fresitas, que aunque dan bastante más trabajo en la preparación creo que su sabor compensa con creces el esfuerzo, y, además, me han costado bastante baratas.
Y he puesto la misma cantidad, otros 2 kg de plátanos de Canarias, maduros pero no en exceso.
El cardamomo lo dejo un poco al gusto de cada uno, yo he puesto una cucharadilla de las de moka llena de semillas ya sin la vaina. limpias y ligeramente machacadas, ya que no me importa al comer la mermelada encontrarme un poquito de cardamomo entero, pero si os molesta, lo pasais por el molinillo del café con un poquito de azúcar y ya está.
Azucar he puesto poco, no me gustan nada las mermeladas dulces, y prefiero hacerlas a cocción largisima, para que pierdan mucho volumen y se concentren los sabores, pero si no sois de esa opinión, ya sabes la regla, mismo peso de azúcar que de fruta limpia. La diferencia de las mermeladas bajas en azúcar es que para asegurarnos de su buena conservación hay que esterilizarlas de forma adecuada, concretamente, yo lo hago en la olla super rápida dejandolo hervir a presión unos 10 minutos, y esperando a que se despresurice de forma lenta, sin tocar la válvula de vaciado.

Las fresas, lavadas y sin rabito, las he cortado en 8 - 10 trocitos cada una, pequeños, y les he añadido el azúcar, lo he mezclado con la cuchara y lo he dejado reposar al menos un par de horas. En este tiempo, el azúcar se va a disolver ya que las fresas van a ceder una gran cantidad de agua. Con la cuchara, mezclar bien y conseguir que se disuelva la mayor cantidad de azúcar.
Poner al fuego la marmita y llevar a ebullición suave. Se formará una buena cantidad de espuma que hay que retirar, ya que hace muy feo en las mermeladas, pero sobre todo, nos va a dificultar el hervor, ya que tiene la manía la espuma de salirse de la marmita y poner el fuego perdido, así que hay que estar atento y eliminar la espuma. Dejar hervir nuestras fresas una horita a fuego suave, parece mucho tiempo, pero una vez espumado, lo dá nada la guerra, el hervor pausado y la evaporación suave.
Cuando ya haya pasado la hora, añadir a la marmita el zumo de un limón, en este punto es cuando ayuda a liberar la poquita peptina que tienen las fresas. Homogeneizar y dejar otro ratito hirviendo.
Pasado ese tiempo, ya podemos poner los plátanos, cortados en dadidos pequeños, pero si se prefiere en rodajas, también está bien.
Aqui, ya hay que atender un poco más a la mermelada, ya que cuando el plátano cede almidones, pues se empieza a espesar un poco, adémás, gran parte del líquido ya se habrá evaporado. Así que ojo a la marmita y darle vueltas con la cuchara de vez en cuando.
Cuando os parezca que ya está a punto, según os guste de espesita, se le añade el cardamomo, y se deja unos minutos hirviendo, para que nos perfume la mermelada.

Y ya está, tendreis en vuestra marmita una deliciosa mermelada, original y muy rica.

Si la vais a consumir toda en el plazo de un mes, la dejais en la nevera y ya está, pero si necesitais una conservación más larga, pues esterilizais la que os parezca y así dispondreis de una mermelada primaveral cuando sea de vuestro gusto.

Un saludo y gracias por vuestra atención.

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viernes, mayo 11, 2007

MUFFINS DE PLÁTANO Y CHOCOLATE





MUFFINS DE PLÁTANO - CHOCOLATE


Ingredientes:

1 huevo
2 plátanos de Canarias
1/2 taza de aceite de girasol, o de otro tipo de poco sabor
1/3 de taza de leche1 cucharadita de extracto de vainilla
1 y 3/4 de tazas de harina
1/4 de taza de harina integral
1/2 taza de azúcar
1/2 cucharadita de canela molida
1 cucharadita de levadura química
1 pizca de sal
1 taza de perlitas de chocolate


1.- Precalentar el horno a 180 grados

2.- Mezclar todos los ingredientes secos menos las perlitas de chocolate en un bol.

3.- Pasar los plátanos por la batidora para hacer un puré con ellos, aunque yo prefiero aplastarlos con el tenedor, para que queden un poco más grandes los trocitos de fruta, y poder encontrarme alguno al comer los muffins.

4.- Poner el puré y el resto de los ingredientes líquidos en un bol, y mezclarlos bien. Añadir los ingredientes sólidos al bol donde están los ingredientes líquidos y con una cuchara mezclarlos justo hasta que todo se humedezca, pero no amasar bajo ningún concepto, eso haría que nuestros muffins quedaran correosos y duros.

5.- Llenar los moldecitos hasta 3/4 de su capacidad. Hornear entre 25 - 30 minutos, o hasta que una brocheta insertada en el centro del muffins salga limpia.

6.- Sacar del horno, dejar reposar 5 minutos, y desmoldar, dejando enfriar los muffins sobre una rejilla






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domingo, mayo 06, 2007

FLEXIPAT NUEVO









Pues eso, que me he comprado un chisme nuevo de Demarle, un flexipat para hacer plancha de bizcocho, brownies, en fin, cositas de poca altura, pero estoy encantada con él, muy práctico y buenisimo, como todo lo de esta firma. Soy adicta a este material.

El borde tiene dos centímetros de altura, aunque existe el mismo molde con una altura de un centímetro, ideal para bizcochos que vayan enrollados, para hacer brazos de gitano, y cosas así.

En la primera foto, en la que está dado la vuelta se ve la referencia, por si os interesa. El precio es de 24 euros más el IVA.







LUBINA ROJA



Este plato es muy simple, pero no por ello deja de ser un plato lucido y muy, muy apetitoso, siempre que logremos que el pescado esté en su punto, es decir, que bajo ningún concepto se pase de cocción en el horno, eso es una catástrofe que no se puede arreglar de ninguna forma, y nos premite disfrutar de un pescado estropajoso, así que hay que vigilar el punto de horno y no quitar el ojo al pescado, no podemos permitir que se pase.
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- Precalentamos el horno a 180º
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- Preparamos las lubinas quitando cabeza, tripa y espina central. Si tenemos unas pinzas y paciencia, eliminamos las espinas del vientre. Conservamos la piel. Lavamos y secamos.
Aceitamos bien una placa de horno y ponemos en ella el pescado, con la piel para abajo. Aceitamos generosamente la parte interior de las lubinas.
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- Ponemos al horno, para una lubina de ración, como es este caso y en mi horno, con 6 - 7 minutos es suficiente.
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- Mientras tanto, en una sartén con aceite de oliva de muy buena calidad ponemos unas láminas de ajos, conviene ser generoso, y las freimos a fuego suave, no nos interesa que el aceite se caliente en exceso, ya que eso le hace perder cualidades, y lo hace más indigesto. El objetivo es perfumar el aceite, no freir los ajos demasiado. Cuando ya lo hayamos conseguido, retiramos del fuego para que baje la temperatura y se infusionen bien los ajos. Los retiramos con ayuda de una espumadera.
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- En el aceite añadimos unas cucharadas de un vinagre fuerte, puede ser un vinagre de Jerez, y volvemos a poner la sartén a fuego fuerte, hasta que hierva a borbotones. Retiramos del fuego. Así, hemos conseguido reducir el vinagre eliminando buena parte del ácido y conservando todos sus aromas.
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- Sacamos la banteja del horno, espolvoreamos un poco de pimentón de la Vera picante, con su sabor ahumado. Conviene que lo espolvoreemos a través de un colador, para que se quede uniformemente repartido sobre el pescado. Añadimos el contenido de la sartén sobre el pescado, y volvemos a meter la bandeja en el horno, PERO APAGADO, esto hará que se termine la cocción del pescado, se asienten los sabores y podamos disfrutar a tope del pescado y de su sabor y textura.
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Ahora, solo hace falta un buen pan y un vino adecuado.
Espero que os guste.
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ESPINACAS FRUTALES

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Este plato de espinacas "frutales" debe su nombre al hecho de llevar frutos y frutas secos.
Las espinacas es una de las verduras por la que siento menos pasión, y por lo tanto, intento adornarla todo lo que puedo, y esta es una forma que las encuentro ricas, dulzonas, ya que la fruta seca y la cebolla le aportan cantidad de azúcar, y eso se nota, pero me gusta el contrasta con el ajo del salteado, y la cebolla muy picada tambien salteada.
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He partido de espinacas congeladas, hay que buscarlas de buena calidad, y que sobre todo, no tengan demasiados tallos duros, ya que eso nos desmerece el plato. Las he descongelado y escurrido tanto como me ha sido posible. Para escurrirlas a conciencia, yo las pongo en paqueñas cantidades en un trapo de cocina limpio, y lo retuerzo con fuerza. con lo que es asombrosa la cantidad de agua que sueltan.
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Una vez descongeladas y escurridas, en sartén antiadherente y con aceite de oliva paso a freir una cebolla muy picadita, que se ablande y se dore muy ligeramente. En este punto añadimos unos ajitos también bien picados, y los doramos. Acto seguido, añadimos las espinacas y procedemos a saltearlas, el fuego vivo y moviendo sin parar, para evitar que se queme nada. Reservamos.
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En otra sartén, ponemos aceite de oliva y cuando esté caliente, añadimos una buena cantidad de cebolla cortada en aros muy finos, pero hay que hacer bastante, ya que mengua mucho. Salteamos un momento, para aceitar la cebolla, salamos, bajamos el fuego y tapamos Así, la cebolla se ablanda y sobre todo, nos va a soltar cantidad de agua, que debemos evaporar. Mientras tanto, picamos los orejones de albaricoque, los de melocotón y los echamos a la sarten con las pasas. La fruta seca se hidratará con los líquidos de la cebolla. así que hay que cuidar que no se queme. Retirar la sartén del fuego.
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Picar los frutos secos que vayamos a añadir. Queda estupendo con piñones, pero como no tenía he puesto nueces. También está muy bien con avellanas.
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Para servir, poner la verdura en el fondo del plato, hacer un huequito para llenarlo con la preparación de cebolla y repartir por encima los frutos secos.
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¡¡¡ Ojala que os guste!!!!
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Aqui, las espinacas salteadas con la cebolla y el ajo

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Preparación de cebolla y frutas secas

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viernes, mayo 04, 2007

PAN DE CALABACIN Y PARMESANO







Este pan pertenece a la familia de los panes saborizados. Y lo está con queso, he usado parmesano, ya que para lograr un sabor potente se necesita una cantidad de queso no muy grande, ya que es de pronunciado sabor. Es importante que el queso sea recién rallado.
La única dificultad de este pan con relación a otros que he hecho es el cálculo de la cantidad de agua, y el problema radica en que el calabacín, en su composición, es mayoritariamente agua, y que en el amasado y horneado la cede a la harina, por lo tanto, la masa ha de ser seca, por que luego la hortaliza dará su agua y quedará con la cantidad suficiente. Como indico en la receta comenzar por 3 o 4 cucharadas de agua, e ir añadiéndola poco a poco, para no pasarse.
También hay que tener en cuenta la cantidad de sal. El queso parmesano es bastante salado, y hay que cuidar la cantidad que añadimos, para que el pan no resulte salado. Creo que lo mejor es ir probando la masa, hasta que esté en el punto justo a nuestro gusto. Y también le he puesto un poquito de pimienta negra, pero eso lo dejo a vuestro criterio.
Y como queda de una forma graciosa, yo lo he hecho así para las fiestas de chicos, cuando hacen meriendas y cosas así, les encanta. Y también queda muy bien para servirlo en comidas informales, tipo barbacoas, o bufés... Espero que os guste.



PAN DE PARMESANO Y CALABACÍN
(Receta sacada de “La Enciclopedia Mundial del Queso”, de Juliet Harbutt)

Ingredientes:
500 g de calabacín, ya limpio, sin pipas, pero con la piel.
675 g de harina de fuerza. 2 sobres de levadura de panadero seca.
75 g de queso parmesano, recién rallado
2 cucharadas soperas de aceite de oliva.
Leche, para glasear.
Semillas de sésamo, para adornar los panes
Sal y pimienta negra molida.

PARA UN PAN

1. Rallar el calabacín. Ponerlo en un colador salar y dejar escurrir 20 minutos. Lavar bien, escurrir y secar muy bien con papel de cocina.

2. En un recipiente grande, mezclar la harina con la levadura, el parmesano, y ½ cucharadita de sal. Si se desea, poner un poco de pimienta negra recién molida, al gusto. Incorporar el aceite y el calabacín. Agregar agua caliente en cantidad suficiente para hacer una masa firme. La cantidad depende de la humedad del calabacín, que aportará una gran cantidad de agua al pan, así que hay que ser muy prudente al añadir agua. Hacerlo a cucharadas, y comenzar añadiendo 3 o 4, y si se necesita mayor cantidad, añadirla en pequeñas cantidades, para no excedernos.

3. Amasar con la mano, y poner en una superficie enharinada. Amasar unos 10 minutos, hasta que la masa esté suave y elástica. Poner nuevamente en el recipiente, cubrir con una película plástica de cocina levemente aceitada. Dejar en un lugar tibio hasta que duplique el tamaño.

4. Golpear con los nudillos la masa leudada, y amasar nuevamente. Dividir en 8 o 9 trozos, y con cada uno hacer una bola, pero sin apretar.

5. Engrasar levemente un molde desmontable de 25 cm de diámetro, y acomodar las bolas de masa. Poniendo una en el centro, y las otras alrededor de esta.

6. Pincelar con un poco de leche, y espolvorear con semillas de sésamo. Cubrir con un paño húmedo y dejar leudar en lugar templado hasta que doble el tamaño.

7. Introducir en un horno precalentado a 200 º. Hornear durante 35 o 40 minutos, depende de cada horno, hasta que esté la superficie dorada, y al golpear con los nudillos en la base del pan, suene a hueco. Dejar enfriar sobre rejilla y servir tan pronto como se pueda.

Ingredientes

Parmesano recién rallado y calabacín

Calabacín rallado

Masa lista para levar

Masa ya levada

Pan amasado

Boleado

Bolas colocadas en el molde

Segundo levado ya hecho

Pan ya levado y glaseado

Pan ya horneado

Detalle del pan

BIZCOCHO DE ACEITE DE OLIVA, de Paco Torreblanca



EL MUNDO 27 de abril de 2007
"El aceite obtenido a partir de las frutas del olivo ha acompañado al ser humano desde la prehistoria. Se utilizaba no sólo para enriquecer los alimentos, sino también en diversas técnicas de masaje y cosmética.
Los griegos ya atribuyeron una gran importancia al régimen de vida, es decir, al conjunto de hábitos del cuerpo y el alma que constituyen la actividad vital. El aceite de oliva virgen es un zumo de fruta natural y además es el único aceite vegetal que se puede consumir virgen y crudo.
Y si hablamos de temas de salud, podemos decir que el aceite tiene propiedades como: mejora el funcionamiento del estómago, estimula el crecimiento, ayuda en la absorción del calcio, tiene efecto antioxidante (gracias a la vitamina E) y protector, ayuda a prevenir la arterioesclerosis.
Y por supuesto, hace la comida más apetitosa. Nosotros lo estamos utilizando en los bombones y los bizcochos sustituyendo la mantequilla, haciendo que sean más ligeros y con las propiedades del aceite de oliva virgen. Este tipo de bizcocho se elabora desde hace mucho tiempo en España, y se caracteriza por tener una textura esponjosa y sabor suave.
En nuestro obrador hemos hecho un homenaje al olivo poniendo un ejemplar centenario en la zona dónde hacemos las esculturas de caramelo y chocolate, así nos sirve de inspiración.



BIZCOCHO DE ACEITE DE OLIVA


INGREDIENTES:

- 220 gr. de huevo (4 unidades aproximadamente)
- 190 gr. de azúcar
- 147 gr. de leche
- 175 gr. de aceite de oliva 0,4 de acidez
- 190 gr. de harina floja
- 20 gr. de levadura
- 80 gr. de almendra molida con piel
- Ralladura de medio limón
- Canela molida


ELABORACIÓN:
Montar el huevo con el azúcar y la ralladura de limón en la batidora. Echar el aceite poco a poco, como si fuera una mayonesa. Después agrégale la leche. A continuación, tamizar la harina, la levadura, la almendra y la canela, con un colador puesto encima de un cuenco. Mezclar los ingredientes tamizados con la base anterior con mucho cuidado para que no baje la mezcla.
Meterlo en el horno a una temperatura de 210 ºC, durante 8 ó 10 minutos. El tiempo y la temperatura dependen del grosor que queramos obtener."
Paco Torreblanca


He hecho este bizcocho estrenando un molde de Flexipan, de dos cem de altura. Ha quedado una plancha cuadrada de bizcocho que la he desmoldado sobre una rejilla de horno, y ahi la he dejado enfriar, esa es la causa de que se vea el rayado que aparece en la foto.

La próxima vez que haga el bizcocho, lo voy a hornear en horno precalentado a 210ª, pero bajaré la temperatura a 180, así no se quemará la superficie y se podrá hacer en el interior, que creo que es lo que me ha pasado esta vez, que se hizo la superficie, subió muy bien, y al sacarlo... puffffffffff, abajo.

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¿LLEGARÁN A LA MADUREZ?




Hace un par de meses compré en el Lidl una pequeña maceta en la que había tres palitos mondos y lirondos, y ponía que era un frambueso.


Sin ninguna esperanza, dada mi mala mano para las plantas, me lo traje a casa, y para mi sorpresa, comenzó a echar hojitas, y, hace unos días aparecieron unas diminutas flores, y después ha aparecido esto que se ve en las fotos, unos mini frutos, que entiendo serás frambuesas... estoy emocionada, y me ilusiona pensar que algún día lleguen a madurar.


Espero que a pesar de las incidencias climáticas puedan properar y yo iré haciendo fotos para mostrar sus progresos.

Y decir que son realmente pequeñísimas, apenas un par de milímetros, pero hay una posibilidad de que se hagan frutas maduras, y yo seguiré esperando